Hoy abordaremos cierto tipo de innovaciones que hemos experimentado en algún sector o proceso, que los cambian en gran medida y que definitivamente no vuelven a ser los mismos. Todos en mayor o en menor medida hemos presenciado estos fenómenos. Se acuerdan cuando nuestra música la coleccionábamos en formato Cassette? Pues es bien sabido que el almacenamiento digital cambió drásticamente la manera en cómo almacenábamos nuestros temas favoritos, trayendo consigo una serie de problemas para muchas empresas como tener que cambiar el mercado o dar un salto en tecnología para no terminar rebasados a causa de la innovación.

Pero esto no ha hecho más que empezar, el avance en todos los terrenos presupone nuevos cambios y dinámicas que hacen que la forma tradicional de ver los procesos entre en crisis, porque no se corresponde con las necesidades del entorno. Este problema de tecnologías que aparecen, que marcan un cambio brusco, que sientan un precedente y que marcan la pauta; están todos relacionados con el concepto que queremos explicar el día de hoy llamado “DISRUPCIÓN”.

¿Qué es eso de la disrupción?

Casualmente el término no aparece en el diccionario de la Real Academia, por lo menos no hasta el 2013, lo que si aparece es el adjetivo “disruptivo” que significa: “que produce ruptura brusca”. El asunto de verdad importante es que el término “disrupción” va más allá. Es algo más, es ruptura, amenaza, apuesta, caos. Separación, punto y aparte. Acabar con lo establecido. Poner patas arriba un negocio o sector. Incorporar lo rabiosamente nuevo.

Este concepto lleva dando vueltas en la historia de la humanidad casi desde la invención de la rueda. Pero el término se popularizó en ingles a fines de los 90´s por el profesor Clayton Christensen, retomando la idea de “destrucción creativa” popularizada medio siglo antes por el austriaco Joseph Schumpeter. Ahora último ha tomado mucho auge gracias a James McQuivey, y a su libro “Digital Disruption” donde plantea las nuevas plataformas y herramientas de la última generación de disruptores que por lo menos ya han causado un marasmo en la música y la información.

Hay ideas tan novedosas y revolucionarias que después de ser proclamadas, ya no es posible dejarlas de lado o hacer como si no existieran, y la razón principal es porque responden a la necesidad de facilitar procesos por medio de la innovación y la conectividad.

Algunos ejemplos de disruptores

Uno de los casos que podemos tomar como un referente de nuestro concepto del día de hoy, es Airbnb, que funcionan como un mercado comunitario para publicar, descubrir y reservar viviendas y que cubre más de 80.000 propiedades en 192 países. En un mundo donde cada vez se nota más la escasez y los sueldos no cubren todas las necesidades del hogar, es natural que se quiera sacar provecho a las habitaciones vacías que tengo en casa, lo que nos pone como una amenaza para las cadenas hoteleras y en un fuerte receptor de dinero que antes iba para ellos.

Por otro lado Amazon e Ebay, empresas dedicadas al comercio electrónico, significaron una ruptura con la forma tradicional de comerciar productos. Lo podemos ver en el Kindle ―dispositivo para leer libros― desarrollado por Ebay, como un elemento que pone a la industria del libro en otro nivel, donde incluso se compran editoriales destinadas exclusivamente al comercio de libros en formato digital. Además, Ebay cuenta con zona de ofertas donde cobra comisión por venta y sólo hace el papel de intermediadora a través de su plataforma entre alguien que quiere vender y alguien que está dispuesto a pagar por lo que ofrecen.

Y es que la disrupción funciona así, volviendo sobre sí mismo, sobre las ideas innovadoras, puliéndolas y mejorándolas hasta hacer que llegue el día en que sea imposible dejarlas de lado, por lo menos hasta que algo más innovador aparezca y marque el punto y aparte.

Uno de los campos donde más se invierte en materia científica es la de la necesidad de superar los combustibles fósiles; y la energía eléctrica es un esfuerzo en este sentido. Un ejemplo de esta dinámica es el automóvil eléctrico desarrollado por Tesla Motors que se ha convertido en el carro eléctrico con más autonomía, con la posibilidad de recorrer 457 Km con una batería de 90 Kwh, registrando al segundo trimestre de 2015 ventas por 78.334 unidades.

Todavía queda mucho por ver…

Como dijimos, esto no ha hecho más que empezar y por esta razón seguirán apareciendo elementos con estas características. El asunto entre UBER/Taxistas aún está lejos de resolverse. El paso de la música y el alquiler de video a formatos digitales son anuncios de cosas más grandes que están por venirse y que obligatoriamente hacen que el centro de todos estos procesos de comercialización sea a través de Aplicaciones Móviles―APP, de Páginas Web y del Desarrollo Digital que ponga todas las innovaciones en manos de los consumidores

Por lo pronto el mundo seguirá evolucionando con o sin nuestro consentimiento. Lo importante es hacer conciencia de esta realidad y por esta misma vía buscar el equilibrio entre tecnología y humanismo.

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