Nunca antes en la historia de la humanidad estuvimos tan expuestos a una información tan constante y variada como la que estamos viviendo por estos días. Desde que amanece hasta que anochece interactuamos a través de la información que se produce y se comunica a través de la tecnología. ¿Pero, te has preguntado por qué sólo una pequeña parte de esa información significa algo para ti? La respuesta es sencilla: Porque ha logrado conectar contigo. De esta forma esperamos que conectes tú y tu empresa con tus clientes, luego de aprender a comunicar en tiempos de tecnología.
Las herramientas de que disponemos en determinada época tienen mucho que ver con nuestra forma de comunicarnos. En la nuestra, por ejemplo, ha tomado mucha fuerza la dinámica de hacer del ciudadano ya no sólo un consumidor sino también un creador de contenido. Un ejemplo de este tipo lo podemos encontrar en el boom de los youtubers, donde no sólo son consumidores de algún tipo de contenido, sino también influenciadores.
“Tal parece que cada época va delineando sus propios mecanismos de comunicación, probándolos una y otra vez hasta hacerlos exitosos. De allí que sea importante, si se quiere llegar a ese receptor que nos hemos ideado, estar al tanto del desarrollo de estos canales“
No hacerlo puede llevar nuestra comunicación a un punto ciego donde no tiene retorno, a un punto en el que emitimos contenido pero no tenemos retroalimentación de quien lo recibe, convirtiéndose en mera información.
A continuación te compartimos 4 Tips de los muchos que hay que tener en cuenta a la hora de comunicar en tiempos de tecnología. Si bien no son los únicos, si creemos que son fundamentales a la hora de transformar la acción de un equipo de trabajo frente a su cliente objetivo.
De la información general a la comunicación concreta
Comunicar en tiempos de tecnología exige de parte nuestra estar enterados de cómo evolucionan los medios. Por lo general, la mayoría de información que pasa desapercibida o que no logra un eco en el receptor, es una comunicación mal planeada, que se queda sólo en el enunciado general del problema y que pretende desde elementos generales conectar con individuos saturados de información.
Muchas empresas hacen mal la tarea a la hora de comunicar los servicios que ofrecen, limitándose al discurso general de: “somos la mejor y más responsable opción para proveerte el servicio tal”… tan comunes en las páginas de inicio y los plegables de publicidad.
A fin de cuentas se quedan en el discurso general de todas las empresas y no pasan a la información concreta de: podemos hacer esto por ti, de la forma que lo hicimos con este cliente, con este producto, de esta forma y en tanto tiempo. Claramente perdemos el enfoque de que el ejercicio de la comunicación es más efectivo cuando se alude directamente la información concreta de un caso real o comprobable.
Las buenas noticias no deben quedarse en casa
Seguro que a todos nos ha pasado alguna vez, cuando compramos algo, casi siempre es porque tenemos evidencias de su funcionamiento, es decir, porque conocemos o ya hemos averiguado los beneficios prácticos que nos presta. De esta manera accedemos al servicio con confianza. Si este es un requisito que tenemos en cuenta antes de adquirir algo, con seguridad nuestros clientes potenciales hacen lo mismo.
En este caso, la comunicación efectiva se debe construir desde nuestras potencialidades comprobables. Las buenas noticias de negocios o trabajos exitosos realizados no deben quedarse en casa sino que por el contrario deben ser la carta de presentación de nuestros servicios. Descartando los elementos de la información que no es adecuado transmitir, debe hacerse lo posible en la tarea de mostrar los proyectos realizados y la manera en cómo estos ayudan a nuestros clientes.
El valor de la comunicación
La comunicación en la empresa, no es sólo valiosa de puertas para afuera. Por el contrario la comunicación adquiere valor desde lo más íntimo de la misma, en cómo la organizamos y cómo hacemos de ella algo que encierre gran valor e importancia.
Funcionar sobre la base de este principio es establecer claramente los pilares de acción de nuestro equipo de trabajo. Es proveerle de las mejores y más modernas herramientas que podemos encontrar en el mercado, para realizar su trabajo.
Preocuparse de lo que se comunica y del cómo se comunica, es ocuparse de primera mano de la información que este equipo bien direccionado debe proyectar hacia los que creemos serán nuestro público objetivo.
Esta actividad, no debe ser un solo día, debe ser una labor continua sobre una misma línea de trabajo, de manera que pueda generar un prestigio y una claridad en la conducta, que a su vez, sea digna de emular o de tomar en cuenta.
Información no para guardar sino para actuar
Pero no se trata de llevar o brindar información por cumplir con un protocolo. La información más allá de llegar y ser un mensaje, debe generar un acto de comunicación, debe convertirse en una guía o un elemento que por su claridad marque pautas e incite a resolver un tema determinado. Si nuestro equipo tiene claridad de esta función de la información será más fácil que su acción refleje las metas que nos hemos propuesto.
Es claro que la información por la información no es suficiente para conectar con ese alguien que necesita tus servicios, pues más allá de eso, debes convencerlo con ejemplos de que eres su mejor opción. Unos buenos casos de éxito y un equipo con un manejo adecuado de la información, pueden ser la mejor manera de comunicar en tiempos de tecnología.