Cuando pensamos en posicionar una marca, necesariamente debemos pensar en construir comunidad en torno a ella; y cuando proyectamos construir comunidad, debemos hacerlo pensando en dar forma a ese lugar donde siempre quiero volver, porque allí encuentro soluciones y respuestas para mis necesidades.
No es fácil construir comunidad, pero es una tarea inaplazable
Cuando nos referimos a construir o establecer comunidad, estamos hablando de un trabajo de paciencia y de tiempo, que atravesará como cualquier proceso por diferentes periodos, durante los cuales se pasará del desconocimiento a una comprensión más profunda de las diversas relaciones que tienen lugar en ella respecto a su creación, crecimiento y consolidación. Lo importante es asumir el proceso como algo natural, teniendo en claro de antemano que algunos encontrarán que no somos lo que buscan, donde otros se quedarán para consolidar el proyecto, pero sobretodo que el elemento de éxito depende de la disciplina y constancia con que asumas esta importante labor de Marketing Digital.
Es por esto que decimos que cuando de verdad te empeñas por entender las dinámicas propias de la comunidad que construyes, estás dando quizás el paso más importante, pues de esto depende que sepas ubicarte en el punto correcto para observar tu propia comunidad, y coherente con esto, definir, determinar y categorizar los diferentes pasos, actividades y medidas a tomar.
Tu comunidad crece de acuerdo al trabajo correcto que inviertes en ella
Si construyes tu comunidad desde cero, podrás observar que hay periodos de crecimiento muy lentos, como también otros de crecimiento relativo donde lo que más llega a tu comunidad no son los perfiles de tus clientes potenciales, sino que incluso pueden ser los de tu competencia o de otras comunidades que al igual que tú intentan hacerse un lugar en la Web. No hay que preocuparse por ello. En estos momentos es donde necesitamos ver más allá y comprender los procesos, pues incluso este crecimiento desestimado en la mayoría de los casos, está cumpliendo la función de consolidar esa base de usuarios que necesitamos y que sirve para referenciar nuestra comunidad en torno a una marca; lo que quiere decir que hay algo interesante allí, y que más adelante servirá como un elemento de atracción.
Pero no es sólo entender la dinámica de crecimiento, es también entender las implicaciones del mensaje que enviamos, tal como lo mencionamos en el artículo anterior cuando decíamos que la comunicación es clave y para que cumpla exitosamente su función, debe ser bidireccional, pues se construye comunidad a partir de unas necesidades propias pero también interpretando y dando respuesta a las necesidades del usuario, porque en últimas es a ellos a quienes se debe nuestra comunidad.
Por lo mismo el contenido que les brindas debe ser estratégico y no monótono, ni siempre referido al servicio que estás capacitado para ofrecer, este debe ir más allá y plantear tus servicios, en relación o como parte de un proceso más grande. Lo importante es mostrar otros elementos de tu nicho relacionados con lo que haces y que cada publicación sea una herramienta que ellos puedan utilizar.
Es aquí donde se hace importante interactuar y recoger la ideas y aspiraciones de los miembros de la comunidad, en todo caso buscar las herramientas para extraer cuáles son sus intereses y cuál su perspectiva de desarrollo de la misma. Esto servirá para que la función comunicativa sea más acertada y podamos ir a la vanguardia proponiendo medidas y elementos que respondan a las inquietudes.
Si comunicamos e interactuamos correctamente, es muy posible la consolidación de nuestra comunidad
Para consolidar una comunidad se requiere que lo que ofreces por un lado sea algo de valor para el que lo adquiere, pero no sólo eso. También, es necesario que lo que en últimas entregas como producto o servicio sea acorde, exprese o cumpla las expectativas de lo prometido. Es decir, la consolidación viene del hecho de ofrecer algo de valor y además, que esté en consonancia lo entregado con lo ofrecido.
Como ya sabemos el voz a voz es la mejor publicidad y si queremos que la comunidad en torno a nuestra marca se consolide, debemos hacer todo cuanto esté a nuestro alcance para que los comentarios que lleguen a nuevos oídos sean positivos y expresen la concordancia entre nuestro discurso y nuestra acción. De nada sirve saber comunicar e interactuar con tu comunidad, si no estás empeñado en hacerte un nombre a través de tu trabajo, a través de tu práctica, pues como dice la máxima popular “si la palabra convence, el ejemplo arrastra”.
En conclusión, el establecimiento, crecimiento y consolidación de nuestra comunidad no es un asunto ante el cual debamos rendirnos y esperar a que la suerte sea quien determine en últimas el éxito de la misma. Por el contrario, cada una de nuestras acciones influye en su éxito o en su fracaso, de ahí que gran parte del elemento de triunfo en este caso sea nuestra capacidad de persistir.
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