Luego de poner en jaque el comercio físico del libro, luego de asistir al colapso de cientos de librerías, vuelve Amazon (gigante del comercio electrónico) de nuevo a la carga, pero ahora, con una tienda física como parte de su estrategia digital.
La idea parece enfocarse en los nostálgicos del libro, en recoger el resto del mercado, pero no en las mismas condiciones de las librerías físicas que cerraron sus puertas ante la estrategia disruptora que significó el Kindle y el libro digital de la misma compañía.
Amazon, luego de apostar por una estrategia de comercio en línea, ha optado por incursionar en la tradicional tienda de ladrillo, y aunque cualquiera pensaría que es un contrasentido respecto al desarrollo digital de los procesos de hoy en día, no es para nada una idea descabellada.
De la tienda de ladrillos al internet y del internet a la tienda de ladrillos
Pocos pueden darse el lujo de pasar del internet a la tienda física, pues ello, sólo puede ser el resultado de una estrategia digital consolidada
Muchas empresas han implementado su estrategia digital con la idea de avanzar al ritmo que avanza el mundo, y han acertado, pues el comercio electrónico se está imponiendo en todos los terrenos.
Y si esta es la situación, ¿No será acaso un error, la decisión de Amazon de apostar por la tradicional tienda de ladrillos, ahora que la digitalización de los procesos manda la parada en todos los campos de la sociedad? ¿Acaso no es un retroceso?
Pues como ven, tenemos ante nosotros un caso especial, caracterizado por el triunfo de la estrategia digital, la consolidación de una marca, una comunidad y una clientela en torno a ella, que reconoce y se identifica con la marca porque sabe de antemano lo que le ofrece.
Amazon, los nostálgicos del libro y su estrategia digital
En este sentido, Amazon abre su tienda física pero no para ir a tientas, sino, para vender lo que sabe que se vende, lo mejor del ranking en sus ventas online; ganando con este movimiento a los eternos amantes del libro físico y de la experiencia totalmente diferente de sentir y oler el papel, que jamás pasará de moda.
Los indicadores de su sitio online, son el mejor recurso para disponer en su tienda física todo lo que el cliente potencial está comprando, haciendo del sitio una congregación de títulos favoritos de la comunidad.
Gana también, a los que hacen de la compra del libro todo un plan, y por ello apuntan a que la tienda tenga un atractivo que va de lo novedoso y sofisticado a lo emblemático en cuanto al lugar escogido para abrir la tienda.
Esta jugada maestra de Amazon es parte de su estrategia digital, y no sería posible sin haber conquistado las redes, sin conquistar la autoridad que ahora tiene y que le permite recoger los frutos de un segmento de la economía, donde otros perecieron precisamente por no poder competir contra los precios del libro digital.
Este es uno de sus mayores atractivos, ya que nos presentan la posibilidad de adquirir los libros físicos al mismo precio de la tienda online, lo cual, lejos de ponerlos a competir con sus demás canales de venta, lo que hace, es consolidar una estrategia más amplia y complementaria.
Nuevos canales de ventas…
¿Nuevos canales? Eso es, en parte, lo que nos enseñanza el As bajo la manga de Amazon. Luego de fidelizar una comunidad y hacerse un nombre, son muchos los canales mediante los cuales se puede aprovechar la fuerza de una marca que se ha consolidado en la red.
Amazon marca el camino con esta idea, quizás no tan nueva, pues ya ha sido transitada por otros, pero si es una clara apuesta por sacar provecho a las comunidades que se logran crear entorno a las marcas.
Una cosa si nos queda clara, y es que la estrategia digital no desaparecerá por más que se disfrace de tienda de ladrillos, por el contrario, en el caso de Amazon, hace más claro el objetivo y las herramientas que se necesitan para llegar al cliente potencial.
De ahí en adelante, lo primordial es la innovación en la forma de llegar a las personas que depositan su confianza en nuestra marca o empresa.